Este producto, que dejó de comercializarse en 2013 en España, volvió hace seis meses al país y desde entonces se han cerrado operaciones por valor de 15 millones de euros.

Las hipotecas inversas fueron un producto desterrado de España en 2013, cuando BBVA dejó de comercializarlas por su escasa por la falta de demanda pero, también, por sus condiciones de producto financiero empleado durante los años de la burbuja y que, irremediablemente, llevaban a pensar en otros inversiones complejas las preferentes.

Sin embargo, hace medio año este tipo de contrato reservado a mayores de 65 años con una casa en propiedad volvió a estar presente en el país, y desde entonces se han cerrado operaciones por valor de 15 millones de euros. Los datos los ofrece Óptima Mayores, consultora que cerró un acuerdo con el banco portugués BNI para lanzar este producto, que a su vez se comprometió a aportar hasta 25 millones de euros anuales para la contratación de este tipo de hipotecas.

«El importe medio prestado por operación ha sido de 180.000 euros, la edad media de las personas que han formalizado hipotecas inversas ha sido de 77 años, en el 38% de los casos los suscriptores han sido mujeres, hombres en el 14% de los casos y el 48% han sido matrimonios. En Madrid se han formalizado el 38% de las operaciones, el 28% en Barcelona, el 12 % en Valencia y el 22% en el resto de España», añaden. Los datos, por lo tanto, son todavía relativamente modestos, y muy centrados en jubilados o pensionistas residentes en grandes ciudades y que poseen inmuebles con un valor que, en muchos casos, superan el medio millón de euros.

Sin embargo, el propio Banco de España considera que la hipoteca inversa es una buena opción para completar las jubilaciones o pensiones, y así lo ha puesto de manifiesto en más de una ocasión. Este mismo mes, el director general de Economía y Estadística del organismo, Óscar Arce, señalaba en el Foro CEU Empresa celebrado en Valencia que «la innovación financiera puede contribuir a reforzar el tercer pilar, aumentando el atractivo ahorrador (mayor eficiencia) y favoreciendo la conversión de activos ilíquidos en liquidez, como por ejemplo a través de hipotecas inversas«. Y en marzo, el mismo Arce subrayó que «España es un país con viudos con pisos muy grandes y rentas muy pequeñas», lo que ofrece un «elevadísimo» margen de desarrollo en este tipo de productos.

El organismo que dirige Pablo Hernández de Cos siempre ha advertido, ante las promesas de los políticos, de que el sistema de la Seguridad Social no está en disposición de soportar el incremento de gasto que supondría ligar las pensiones al IPC de forma indefinida. Esto, unido a que los inmuebles son una de las principales inversiones de los ciudadanos, ha provocado que en más de una ocasión haya recomendado aprovechar estos bienes, y en esa recomendación se enmarca la posibilidad de contratar una hipoteca inversa.

CONDICIONES DE ACCESO

«Cualquier mayor de 65 años con una vivienda urbana de un valor mínimo de 150.000 euros puede optar a una hipoteca inversa«, explican desde Óptima Mayores, a lo que añaden que en España «hay 8.000.000 de personas» que superan esas edad y cuentan con una vivienda en propiedad. «Los mayores de 65 años en España acumulan un ahorro de 600.000 millones de euros en vivienda frente a los 120.000 ahorrados en Planes de Pensiones por el total de la población».

Las cantidades se pueden percibir en forma de un importe único al inicio, en forma de mensualidades, o una combinación, es decir, una cantidad al inicio más una mensualidad y el cliente mantiene la propiedad y el uso de la vivienda en todo momento. Además, añade esta consultora, «es un producto regulado por la Ley 41/2007 para promover el desarrollo de un mercado de hipotecas inversas que permitan a los mayores utilizar parte de su patrimonio inmobiliario para aumentar su renta». Pero la realidad, al menos por ahora, es que buena parte de la sociedad desconoce este tipo de productos y que, a pesar de los esfuerzos del propio Banco de España, todavía siguen evocando a momentos de crisis económica y a malas prácticas financieras.

Fuente: https://www.elmundo.es/economia/ahorro-y-consumo/2019/04/29/5cb62d3821efa09d198b4584.html