Nunca es fácil estimar de forma precisa el peso de los impuestos sobre la renta de los ciudadanos. La métrica más recurrente es la presión fiscal, que compara la recaudación de Hacienda con el PIB nacional. Si nos fijamos en este indicador, vemos que la presión fiscal en España se sitúa por encima de Reino Unido, Canadá, Japón, Australia, Estados Unidos e Irlanda.

Otra fórmula para calcular el peso de los impuestos en nuestros bolsillos es el cálculo del esfuerzo fiscal. El Índice de Frank toma en consideración la presión fiscal, pero la cruza con el PIB per cápita para tener en cuenta la riqueza de cada territorio. Bajo este parámetro, el esfuerzo fiscal en España se sitúa en niveles próximos a Finlandia y Francia, por delante de Austria o Bélgica y por detrás de Francia, Italia o Portugal.

Pero también hay quienes defienden que, para entender mejor el cuadro fiscal de cada país, conviene estudiar la recaudación tributaria en términos per cápita. En este epígrafe no entrarían las cotizaciones sociales, por ser contributivas y resultar después en el pago de una pensión. Por tanto, esta medición incorpora IRPF, IVA, Sociedades, Impuestos Especiales, Sucesiones/Donaciones, Patrimonio… y suma sus ingresos para dividirlos después entre el número de habitantes del país. La medición no es perfecta, en tanto en cuanto incorpora a la población infantil, pero sirve como aproximación complementaria al asunto que nos ocupa.

Así las cosas, cruzando las cifras de recaudación anual de la Agencia Tributaria con los datos de población del Instituto Nacional de Estadística, vemos que los ingresos por habitantes llegaban en 2002 a los 2.973 euros, pero crecieron de forma sostenida hasta situarse, en 2007, en 4.436 euros. Esta cifra coincide con el punto de inflexión que vive la economía española a partir de 2008, a raíz del pinchazo de la burbuja inmobiliaria y de la crisis subsiguiente.

En 2008, los ingresos se desploman a 3.772 euros, mientras que en 2009 caen a 3.106. No obstante, el peso de los impuestos por habitante empieza a crecer con fuerza en 2010, cuando se sitúa en 3.426 euros, y experimenta un crecimiento sostenido desde 2014, conforme la economía española se recupera y las arcas públicas empiezan a aumentar sus ingresos a un ritmo anual del 4%.

Ahora mismo, la recaudación tributaria por habitante alcanza, según datos finales para 2017, los 4.168 euros. Esto supone unaumento del 25% frente al año 2009, año que coincide con el menor registro de la serie. Por tanto, la última década ha estado marcada por una subida recaudatoria que supone 1.062 euros más por habitante. Así lo refleja el siguiente gráfico:

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Fuente: https://www.libremercado.com/2019-03-09/la-recaudacion-tributaria-per-capita-sube-1062-euros-desde-2009-1276633601/