La economía sumergida llega al 20% del PIB, según ha indicado el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi. El directivo ha señalado que está restando muchos ingresos fiscales, y por ello no es justo que se crea que las empresas españolas aportan menos fiscalmente. En España el impuesto de sociedades, que es del 25%, se compara con el 22,5% medio en Europa. Este impuesto recauda 25.000 millones que se suman a 90.000 millones de cotizaciones sociales.
Según dijo Garamendi, en Alemania la economía sumergida es del 13%. Según otros estudios, como la estimación de Funcas, llega al 6%. Esta diferencia tan notable entre las estimaciones de unos y otros se debe a que la economía sumergida, por su propia naturaleza, es especialmente difícil de medir.
Garamendi aprovechó un evento en Burgos para pedir más control en la economía sumergida. Precisamente para que la recaudación empresarial pueda aumentar sin subir los tipos efectivos. Por ejemplo, la descompensación con el impuesto de sociedades hace que represente un 30% más que en el resto de la Unión Europea.
Nuevo Ejecutivo
Antonio Garamendi ha aprovechado la ocasión para referirse a la conformación de un nuevo gobierno y, al respecto, ha insistido en que la coyuntura actual entra dentro de «una política habitual de pactos» que requiere «no tener prisa».
Además de hablar sobre la economía sumergida, ha señalado que prolongar esta situación durante dos meses «no es un problema» y ha remarcado la necesidad de «dejar margen a que las cosas reposen» y que los partidos, de una forma «responsable», trabajen en favor de la gobernabilidad.
De hecho, Garamendi se ha mostrado convencido de que no habrá nuevo Ejecutivo hasta después del verano, y de que los españoles han votado moderación con un añoyo mayoritario al PSOE, seguido de PP y Ciudadanos. El directivo vasco se ha mostrado a favor de que haya pactos en favor de los intereses generales.