En 2020 se cumplen ocho años de la entrada en vigor de la obligatoriedad de contar con un certificado de eficiencia energética para construir, vender o alquilar edificios o parte de los mismos. A pesar del tiempo que ha transcurrido continúan los vacíos, sobre todo en relación al control del cumplimiento de la norma que, por otro lado, parece que no ha calado entre los propietarios.
Así, los arquitectos denuncian que no existe un control exhaustivo sobre el trabajo de los técnicos que elaboran los informes. Aunque la Junta de Castilla y León cuenta con un equipo habilitado para ello, el presidente del Colegio de Arquitectos de Salamanca, Ángel Herrero, asegura que no está bien dotado y apenas hay controles. Por otro lado, los agentes inmobiliarios se sienten chivos expiatorios debido a que los inspectores de Consumo les están sancionando en los casos en los que se produce una transacción sin el certificado, en vez de multas a los propietarios de las viviendas que para ellos son los verdaderos responsables. A todo ello se une que la medida apenas ha calado entre la población. Solo el 9% de las viviendas cuentan con certificado energético en Salamanca.
La norma surgió para proteger al consumidor, incrementando su información para calcular cuánto se podrá gastar en calefacción, pero parece que al final uno de los más beneficiados es la Administración regional. Así lo sostiene el presidente del Colegio Oficial de Agentes Inmobiliarios de Salamanca, Valentín Rodríguez. “El propietario le paga lo que le corresponda al técnico por elaborar el certificado, pero la que realmente saca partido es la Junta de Castilla y León, a la que hay que abonar una tasa de 30 euros para registrar el documento”, explica Rodríguez.
Dentro del poco tirón de la medida, cabe destacar que Salamanca se encuentra a la cabeza en cumplimiento en Castilla y León gracias sobre todo al alquiler y, dentro de este capítulo, al destinado a la población universitaria, la mayor de la Región con cerca de 30.00 jóvenes. Según los últimos datos de la Consejería de Economía, en la provincia se han registrado 21.148 certificados energéticos. Esto implica que el 9% del parque inmobiliario se ha sometido a la revisión técnica para conocer su eficiencia energética, una cota solo superada por Valladolid, donde la potencia de su mercado de compra-venta eleva al 11,5% la cifra de inmuebles con certificado.
En cuanto al perfil que dibujan los datos sobre los inmuebles que cuentan con certificado energético en Salamanca, el 73,5% de los que cumplen la norma son pisos en bloque, los que más buscan los universitarios, mientras que las viviendas adosadas están entre las más bajas de la Región con solo 1.793. Por otro lado, llama la atención que la provincia cuenta con el mayor número de hoteles y residencias certificadas con un total de 59.