La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) valora aún, dos meses después de la riada del 20 de diciembre, qué medidas de limpieza acometer en los cauces de los ríos de su demarcación en la provincia de Salamanca.
En concreto, fuentes de la entidad hidrológica han señalado que “se está revisando la evaluación de años y las labores comenzarán en las próximas semanas”. “Lo están cerrando”, añaden las mismas fuentes, que no dan fechas más precisas ni zonas en las que actuar pese a que numerosos municipios del Alto Tormes y del entorno del río Alhándiga vienen solicitando desde principios de año actuaciones de mejora. Todo ello, además, cuando en otras provincias de Castilla y León la CHD ha comenzado ya la limpieza de cauces para retirar la maleza y madera acumulada por las riadas de diciembre. En concreto, la propia Confederación Hidrográfica anuncia en su página web el inicio los trabajos de para recuperar las condiciones hidrológicas de los cauces afectados por las avenidas del mes de diciembre y para mejorar la capacidad hidráulica en los cauces afectados por las avenidas de dos meses atrás en cauces de las provincias de Burgos y de León y, más en concreto, en los ríos Ciruelos, Curueño y Cea. De hecho, la presidenta de la CHD, Cristina Danés, visitó públicamente los daños de las riadas en la provincia de León junto con el subdelegado del Gobierno en esa provincia. Por el contrario, en Salamanca, por parte de la administración central sólo estuvo presente la subdelegada del Gobierno, Encarnación Pérez, junto con responsables de Protección civil de la Subdelegación.
Esa falta de respuesta concreta de la CHD a los ayuntamientos no ha sentado del todo bien en la provincia y algunos alcaldes se sienten “desamparados” por la administración responsable del mantenimiento de los cauces no urbanos. La acumulación de troncos y maleza es de tal envergadura por el arrastre que provocó la riada que los ayuntamientos no pueden asumir una limpieza que, además, no es competencia suya.