Pueblos de Las Arribes, de la zona de Vitigudino o del sur sufren carencias en su servicio de Internet, un servicio que la Diputación ha prometido mejorar mediante un proyecto de seis millones de euros
A través de un proyecto cuya cuantía asciende a seis millones de euros la Diputación tratará de acercar Internet de alta velocidad a todos los rincones de la provincia. Y es que, según los datos que aportó ayer jueves el presidente de la institución en la rueda de prensa en la que presentaba esta iniciativa, la mitad de los núcleos poblados de Salamanca tienen una conexión que no es óptima.
Pero “no óptima” es una apreciación que se antoja optimista si escuchamos a los responsables de varios de los municipios más afectados por esta situación. Como el propio Javier Iglesias detalló, los problemas de conexión a Internet están más acentuados en Las Arribes, en la zona de Vitigudino y en el sur de la provincia, según refleja el estudio de campo que elaboró la Diputación de Salamanca para emprender su futuro proyecto.
El alcalde de Pereña de la Ribera, Luis Rodríguez, asegura que en su pueblo “Internet va de pena”. Esto no solo afecta a su municipio, sino también al resto de localidades de la zona. “Soy médico y en los pueblos a los que acudo el problema de conexión también es gravísimo”, explica. Además, como primer edil espera que la cuantía económica destinada por parte de la Diputación para su futuro proyecto sea suficiente y esté a la altura de la situación.
Ya fuera de Las Arribes, la realidad es similar. Isidoro José Alanis es el alcalde de Fuentes de Oñoro. Allí, tan solo Renfe dispone de un buen servicio de Internet y eso es debido a que la compañía de trenes opera con su propia fibra óptica. Isidoro reconoce que, aunque la conexión de su pueblo puede llegar a ser “aceptable”, la alta velocidad es necesaria para el desarrollo rural. “No podemos atraer a la población si tardamos 30 minutos en descargar un archivo”, dice.
Al sur de la provincia, cerca de Béjar, la concejala del Ayuntamiento de Puente del Congosto, Consolación Marcos, califica de “chiste de Lepe” la situación del pueblo. En este caso, todo se agrava por la mala señal que se recibe de TDT. Como explica, cuando se introdujo la fibra óptica en el municipio, que de por sí no funciona del todo bien, se dañaron los sistemas de recepción de televisión. Además, asegura que las casas rurales de la zona tienen problemas para formalizar telemáticamente las reservas. «Los núcleos con pocos habitantes no somos rentables para las compañías de servicios de Internet», lamenta Consolación.
Alternativa inalámbrica
Como medida alternativa a la mala conexión de Internet por cable en la provincia, algunos ayuntamientos y particulares están optando por la vía de la conexión inalámbrica. El ingeniero Santiago Sánchez dirige una empresa de telecomunicaciones que opera en la zona de Béjar y en los territorios adyacentes de Cáceres y Ávila. Mediante un sistema de repetidores, proporciona 30 megas de Internet inalámbrico, un servicio óptimo si se compara con la precaria situación de algunas zonas de la provincia.