Importada de Estados Unidos, aterrizó en España en plena crisis inmobiliaria, y en un escenario donde la oferta superaba a la demanda. Desde entonces, ha ido ganando adeptos y hoy tanto particulares como agentes inmobiliarios apuestan por una técnica con nombre propio: Home staging. No hablamos de las laboriosas reformas de los televisivos hermanos Scott, presentadores de «La Casa de tus sueños», quienes con solo 18 años lo tuvieron claro: compraron una casa, la decoraron y la vendieron por 50.000 euros más. Tampoco del método de Marie Kondo, con el que medio mundo se ha puesto a ordenar el hogar y que anima a quedarnos solo con aquello que nos hace felices. Hablamos de una técnica para acelerar la venta o el alquiler de una vivienda. Y funciona: el inmueble se vende hasta siete veces más rápido.
Venta express
La última encuesta realizada por la Asociación Home Staging España (AHSE) revela que con una buena presentación, la casa se puede vender en 36 días, siete veces más rápido que la media nacional, que se sitúa en casi nueve meses. Lo mismo ocurre con el alquiler, si la media está en 3,5 meses, con esta técnica se reduce a diez días, es decir, diez veces más rápido. Una rentable herramienta de marketing inmobiliario que comienza a imponerse. Su traducción literal significa «casa puesta en escena», y de ello se trata, de un maquillaje express de la vivienda para hacerla más atractiva al comprador.
Mónica Blanco, portavoz de AHSE, explica que «no es una renovación y mejora estética según los gustos personales del propietario, sino de todo lo contrario. Una decoración rápida y neutra para lograr la venta en el menor tiempo posible, y en la que se tienen en cuenta las preferencias de los potenciales compradores. Y mucho más económica porque se utilizan los muebles y objetos que ya tiene la casa».
Y una de las claves es la despersonalización de los espacios, para que cualquier futuro inquilino pueda imaginarse viviendo en ellos. «El vendedor tiene que tener claro que el home staging es una premudanza, tiene que deshacerse de todo lo que le sobra y dejar lo imprescindible para vivir cómodo mientras se comercializa el inmueble. Un comprador quiere ver metros y no espacios atiborrados de objetos personales».Realizar una limpieza a fondo y reparar o renovar los espacios. Eliminar todo lo innecesario para crear una buena escenificación y dar sensación de amplitud
Sin regateo y con beneficio
Esta experta también deja claro que el home staging «no engaña al comprador, se trata de potenciar los puntos fuertes de la vivienda y minimizar los desfavorables, pero no escondiendo desperfectos. Si tiene carencias importantes hay que solventarlas», y añade que beneficia a ambas partes. «Tiene en cuenta al vendedor para que mejore la rentabilidad de su hogar, y también al comprador, ofreciéndole las posibilidades de un inmueble neutro, pero cálido y acogedor», explica.
Beneficios que se traducen no solo en la reducción del tiempo de venta, sino en su precio. Las estadísticas del sector confirman que estas viviendas se venden con un porcentaje de negociación muy bajo, frente al resto que suelen perder el 15% de su valor en este proceso. Por experiencia, Mónica Blanco afirma que «cuando una casa está bien presentada no hay regateos».
Los datos evidencian que el precio de venta se ha mantenido en el 48% de los casos y en el 52% ha subido hasta un 25%. En el alquiler los beneficios son mucho mayores: en el 65% de los casos aumenta un 25% o más. «Invertir en mejorar la imagen del inmueble es más barato que tenerlo meses sin vender y además, tener que rebajar el precio», explica Blanco. El informe de la AHSE señala que el precio medio de los proyectos (2.578 euros) supone un 0,86% del precio medio de venta. El 25% de los clientes invierte entre 1.500 y 2.500 euros; un 18% entre 1.000 y 1.500, y un 6% menos de 750 euros.
Pedro Hevia, al frente de Impuls Home Staging, en Barcelona, explica que «cualquier casa es susceptible de mejorar». No obstante, precisa que esta técnica es esencial en tres tipos de inmuebles: las casas de herencia, las viviendas reformadas que quedan vacías, y en las que se utilizan muebles de cartón vestidos para recrear los espacios, e inmuebles difíciles de vender por cuestiones como disposición extraña de espacios, poca iluminación o estancias pequeñas.
El 95% de las decisiones se que tomamos se forjan en el subconsciente, y a a la hora de comprar una vivienda los estímulos también funcionan. «Una compra se decide en los primeros 90 segundos, de manera que la imagen y la primera impresión resulta fundamental. Estamos vendiendo el objeto más caro que tenemos e invertir en una buena presentación es lógico», precisa Hevia, para quien además de la imagen, un buen home staging ha de generar sensaciones, activar el mayor número de sentidos como vista, tacto, olfato, oído… para que el cliente se enamore de la casa.
Mónica Blanco tiene claro que «en el futuro inmobiliario con el que nos vamos a encontrar, donde se vaticina otra crisis, sólo habrá dos fórmulas de sobresalir: por precio y por imagen. Si aúnas las dos tienes la casa vendida».