Un nuevo problema azota al sector de la construcción: la escasez de personal para cubrir puestos de trabajo básicos en las obras. Albañiles, encofradores, operarios en fachada… son hoy en día perfiles que se rifan las empresas constructoras. Si el estallido de la burbuja inmobiliaria expulsó a más de un millón de profesionales del ladrillo, la situación que vive ahora el mercado es bien distinta. La recuperación iniciada en 2014 hizo que se cambiaran las tornas y las profesiones relegadas al olvido hace una década vuelven a experimentar una alta demanda por parte de las compañías, que necesitan con urgencia mano de obra cualificada para las nuevas promociones de vivienda.
Electricistas, carpinteros, soldadores, albañiles, yeseros y fontaneros son algunos de los oficios manuales cualificados más buscados por los empresarios, tanto en España como a nivel mundial, según revela el estudio «Escasez de Talento: qué quieren los profesionales», elaborado por ManpowerGroup. Una de las razones que explican el déficit de candidatos es la falta de relevo generacional, ya que los oficiales que tenían cierta edad se jubilaron durante la crisis y las nuevas generaciones no han tomado el testigo.
«Los padres prefieren que sus hijos sean universitarios a que tengan habilidades manuales. Sin embargo, en términos de empleabilidad, una carrera universitaria puede tener más desempleo», advierte Juan Carlos Cubeiro, portavoz de la consultora.
«No es un sector del todo atractivo porque genera desconfianza», apunta Juan Cubero, área manager de construcción de Spring Professional. Para Enrique Corral, director general de la Fundación Laboral de la Construcción, otro de los factores que frenan que más jóvenes se dediquen al ladrillo es que no hay una oferta de formación apropiada: «La Formación Profesional en España, en términos globales, ha evolucionado muy favorablemente en los últimos años, pero la familia profesional de edificación y obra civil ha empeorado porque no hay una oferta de títulos adecuada ni suficientes centros que oferten ciclos de FP relacionados con el sector de la construcción».
El resultado es demoledor. «Los buenos oficiales se jubilaron, los de edad intermedia, como no hubo actividad, no adquirieron experiencia en obra y los jóvenes no tienen opciones suficientes para formarse e integrarse en el sector», señala.
A esto se suma otra circunstancia: después de la última gran recesión muchos trabajadores emigraron a otros sectores como la hostelería o servicios, al percibir que eran más estables y menos sacrificados, con lo que se agravó la carencia de profesionales.
Así las cosas, distintas organizaciones reconocen que están teniendo dificultades para encontrar empleados de ocupaciones tradicionales. «Concretamente es necesario incorporar a ferrallas, alicatadores, soladores, yeseros… Se trata de oficios muy importantes para el sector de la edificación y que no son sencillos de cubrir», asegura Francisco Martínez-Cañavate, presidente de Fadeco Promotores, patronal andaluza del sector.
Guillermo Jiménez, director general de Construcciones ACR, menciona también los encargados de obra: «Es una figura que cada vez cuesta más captar. Es difícil encontrar una formación reglada porque es un oficio que se aprende mucho con la experiencia».
En esta misma línea se manifiestan desde la promotora inmobiliaria Neinor Homes. «La mano de obra que más hemos detectado que escasea son trabajos de albañilería, como soladores, escayolistas, ladrilleros o yeseros. También encofradores, operarios en fachada y operarios de tabiquería seca. Otro campo donde hay cierta escasez son los oficios relacionados con nuevas tecnologías o innovación dentro de la construcción, como pueden ser los relacionados con aislamientos, eficiencia energética o domótica», apunta Fernando Hernanz, director general de operaciones de la compañía, que se muestra convencido de que actualmente estos perfiles gozan de una buena salida laboral. «Un buen albañil ahora mismo tiene trabajo sin problemas», dice.
Oportunidades
La construcción perdió desde el primer trimestre de 2008 hasta el mismo periodo de 2014 más de 1,7 millones de ocupados, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Aquel año supuso un punto de inflexión para el sector, que inició la senda de la recuperación. Desde entonces y hasta el cuarto trimestre de 2019 ha ganado 341.800 ocupados, hasta situarse, a cierre del cuarto trimestre de 2019, en 1,2 millones.
Martínez-Cañavate, de Fadeco Promotores, asegura que la cantera que ahora comience a formarse «tiene por delante un horizonte laboral esperanzador y duradero» y hace alusión también a las condiciones laborales que ofrece hoy la construcción.
En 2017, último dato disponible en el INE, el salario medio anual para el sector ascendía a 22.927,3 euros en el caso de los hombres y a 20.588,7 en el caso de las mujeres, por encima de otros sectores como la hostelería, que absorbieron buena parte de los trabajadores afectados por la paralización del negocio del ladrillo.