La industria de la automoción ya «descuenta» la subida del impuesto al diésel ideada por el Gobierno de Pedro Sánchez con la excusa de equiparar la fiscalidad de este carburante con los precios de la gasolina. Así lo reconocía esta semana el vicepresidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), Mario Armero, en las jornadas que organizan la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y que patrocina BBVA.
La cuantía que ingresarán las arcas públicas con esta subida de impuestos, y que afectará a cerca de 13 millones de conductores, será de 1.318 millones de euros. La cifra la ha calculado la Airef y la ha hecho pública también en las mismas jornadas que terminan este viernes. El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), José Luis Escrivá, ha dicho que esta decisión tendría impacto en todos los hogares, afectando más a las rentas medias-altas debido, principalmente, a que hacen más desplazamientos en coche. Según los últimos datos de la DGT, referentes al censo de 2017, en España hay 13,36 millones de turismos diésel, por lo que el número de conductores afectados será bastante significativo.
Podemos, contra la subida
La subida del diésel ha sido una de las más polémicas dentro de la lista de impuestos que se planteó incrementar el Gobierno de Pedro Sánchez desde su llegada al Ejecutivo. Desde las transacciones financieras, hasta el Impuesto de Sociedades, pasando por la tasa Google.
Aunque la intención de los socialistas era llevar a cabo el incremento este mismo año, y así lo incluyeron en los Presupuestos, las reticencias de Podemos a aceptar la medida podrían desestabilizar los acuerdos. El partido de Pablo Iglesias rechazaba subir la tributación de estos carburantes, porque afectará directamente a todos los consumidores. De hecho, Pablo Echenique llegó a exigir a los socialistas que no debía tener «impacto para la clase trabajadora».
Sobré cómo afectará la subida fiscal de este combustible en el bolsillo de los consumidores, los cálculos de Hacienda es que será de 3,8 céntimos por litro. Así, para conductor medio, el que hace al año unos 15.000 kilómetros, repostar le saldrá unos 3 euros al mes más caro (36 euros más al año), según el departamento de María Jesús Montero. Sin embargo, si se toma como referencia la estimación de la Airef, este palo fiscal ascendería a algo más de 100 euros al año de media por conductor.