Haber estado tanto tiempo confinados en nuestra casa, la mayoría en pisos de bloques de viviendas con ninguno o poco espacio al aire libre, ha provocado que en las últimas semanas el gusto o el interés de los potenciales compradores inmobiliarios en la provincia haya cambiado. Constructores y agentes de la propiedad reconocen que ha aumentado el interés por chalets con amplios espacios en el exterior o casas de campo. Un renovado gusto que, sin embargo, todavía es muy pronto para haberse materializado en compras, cuestión en la que influirán los efectos económicos que ha traído consigo la pandemia y su duración en el tiempo.
«Se están realizando más visitas que antes a viviendas unifamiliares o casas en el campo», admite Javier Tamames, presidente de los constructores salmantinos agrupados en Aconsa. «Buscan sobre todo que tengan piscina o una amplia parcela para que disfrute toda la familia», puntualiza, a la vez que reconoce que se ha producido un cambio de tendencia en el mercado. «Hasta hace no mucho, la mayoría de los interesados en comprar buscaban una vivienda en la ciudad, ahora parece que se han cambiado de momento las tornas», explica.
La anterior crisis, la de 2008, provocó que los precios inmobiliarios disminuyeran, razón que permitió en los últimos dos años que el interés por vivir en la capital salmantina aumentara, al no existir tanta diferencia respecto a una casa situada en las localidades del alfoz. Sin embargo, la pandemia y el haber estado tanto tiempo aislados en los propios domicilios, ha llevado a muchas familias a buscar casas con más espacio y, a ser posible, al aire libre. «Hay más preguntas, lo que indica que algo ha cambiado respecto a antes», asegura Valentín Rodríguez, presidente de los agentes de la propiedad inmobiliaria.
El interés no solo se centra en chalets o casas de campo, también en pisos ubicados en la ciudad pero que dispongan de una amplia terraza, apunta Valentín Rodríguez. La esperanza del sector reside ahora en si esas preguntas se van a convertir en ventas en los próximos meses. «Se trata de una crisis global, así que es muy difícil predecir lo que va a ocurrir en el mercado», indica Javier Tamames. «Confío en que gente que ya tenía pensado invertir en una vivienda, y si no le afecta la crisis económica, pueda aprovechar el momento para comprar», afirma Valentín Rodríguez.