Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) de España, ha vuelto a su casa, la Universidad de Salamanca, para participar en el I Encuentro Iberoamericano de Alumnos donde ha incidido en la importancia de las donaciones. “El año pasado volvimos a batir un récord en donación y trasplante y, aunque ya hemos alcanzado una situación de absoluta excelencia en cuanto a actividad, lo cierto es que este año creemos que vamos a volver a registrar un récord”, explicó minutos antes de analizar en una conferencia el éxito del sistema nacional de trasplantes. España cerró el pasado año con 5.318 donaciones —48 donantes por cada millón de habitantes—, un 1,2% más que en 2017, y 3.310 trasplantes renales, 1.230 hepáticos, 369 pulmonares, 321 cardíacos y 83 pancreáticos.
“La donación y el trasplante es el mejor ejemplo de una actividad que no solo requiere de una excelente organización y excelente profesionales, sino de la colaboración y la cooperación de la ciudadanía”, subrayó Domínguez-Gil, formada en Medicina en Salamanca, pero reconoció que aún tienen varios retos por delante. “Seguimos necesitando aumentar la disponibilidad de órganos para cubrir las necesidades de trasplante”, señaló y explicó que el objetivo es superar los 50 donantes por millón de habitantes y los 5.500 trasplantes para el año 2022.
Pero no se trata solo de cantidad sino que un aspecto clave también es la calidad. Al respecto, la directora de la ONT se refirió a los donantes de médula. “Trabajamos para identificar a aquellas personas que tienen más posibilidades de transformarse en donantes reales y los resultados a día de hoy soy muy prometedores”, manifestó confiada Beatriz Domínguez-Gil. Además, recordó el impacto en el sistema de salud de las donaciones, y en concreto de los trasplantes renales porque, insistió, son mucho más baratos que la diálisis. Un éxito que va más allá de nuestras fronteras. “Colaboramos con países de los cinco continentes y nos enorgullece decir que el sistema nacional de trasplantes ha salvado más vidas fuera que en nuestro país gracias a la transferencia de conocimiento”, afirmó.
Y aunque queda mucho camino, la experta manifestó su esperanza en que en un tiempo cercano se utilicen grande animales como incubadoras de órganos.