Tampoco indica en ninguna de las 109 páginas que tiene el documento ni una sola cifra que justifique la curva ascendente que pronostica en el sector inmobiliario nacional. Por ahora, este año acumula seis meses consecutivos de tasas interanuales negativas en la compraventa de viviendas, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El sector lo duda
Este optimismo gubernamental contrasta con las dudas que tiene el sector inmobiliario. El mundo se enfrenta a una crisis sanitaria sin la certeza de cuándo acabará ni cuáles serán sus efectos reales, por lo que hacer previsiones y, más aún, optimistas resultan casi imposible.
El CEO de Colliers International Spain, Mikel Echavarren, señala a Invertia que “creemos que en 2021 se venderán menos viviendas de segunda mano y a menor precio que en 2019”. “Entre ambos efectos -afirma- la recaudación del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) podría situarse en un 20% menos que antes de la crisis, considerando caídas en unidades vendidas de un 10-15% y caídas en precios de entre un 5% y un 10%”.
Otras fuentes consultadas por este medio prefieren ser más prudentes y no se atreven a realizar pronósticos sobre la evolución del sector mientras la Covid-19 mantenga la actual incidencia en España. “Ojalá se cumpla lo que espera el Gobierno, sería muy bueno para España, pero lo dudamos mucho”, coinciden.
Más impuestos
De momento, lo que sí ha colado el Gobierno a modo de proyecto de ley es un cambio en la valoración de referencia para los impuestos de Patrimonio (IP), Sucesiones y Donaciones (ISD), y Actos Jurídicos Documentados (IAJD) que llevará a que muchos españoles tengan que pagar más por el simple hecho de tener o heredar una vivienda.
Este cambio repercutirá negativamente en las personas que tengan o hereden una vivienda, aunque positivamente en las arcas públicas. El director del Servicio de Estudios de Reaf, Rubén Gimeno, confirmó en este sentido a Invertia que “este nuevo valor va a subir mucho la valoración de los inmuebles a efectos de los impuestos”.
El propio plan presupuestario presentado por el Gobierno a la Comisión Europea calcula el impacto estimado de las medidas discrecionales adoptadas por las Comunidades Autónomas con efecto presupuestario. En el lado de los ingresos, para este 2020 “se prevén mayores ingresos derivados de modificaciones normativas, que en general consisten en incrementos de tipos por varias comunidades, en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, con un impacto esperado de 54 millones de euros”.
Además, “en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones las medidas adoptadas son heterogéneas, con un efecto global estimado en 57 millones de euros de menores ingresos” en 2020. Sin embargo, en 2021 el impacto positivo de las decisiones tomadas por la comunidades autónomas sobre este tributo alcanzará los 132 millones de euros.