A pesar de los datos aportados por el Ejecutivo autonómico de Madrid, Sanidad decidió ayer finalmente que la región permanezca una semana más paralizada económicamente. Cierto es que tanto Salvador Illa como Fernando Simón hicieron llover elogios a la manera en la que ha tenido el sistema de salud madrileño de hacer frente a «lo peor de la pandemia». «Trabajo excelente, muy buena evolución», dijeron. Pero los hechos son que, por decisión del Gobierno de Sánchez, Madrid no comenzará su desescalada aunque sí que se especificaron ciertas medidas de distensión que constituirán de facto una suerte de «fase 0,5».
La «prudencia, cautela y responsabilidad» han sido decisivas a la hora de tomar esta decisión, ya que hay que tener en cuenta que la capital es un «nexo de comunicación internacional» y tiene «características específicas y peculiares que hay que analizar con muchos cuidado», se aseguró desde Moncloa. En esta fase 1 también continuará una semana más el área metropolitana de Barcelona y buena parte de Castilla y León. «Ha habido mejoras y buena evolución pero el numero bruto de casos es aun demasiado alto en estas tres regiones», sentenció Fernando Simón, que no se olvidó repetir que un rebrote en Madrid o Barcelona podría provocar que el virus vuelva a extenderse por todo el territorio nacional.
Por lo demás, y salvo las tres excepciones mencionadas, 33 millones de españoles están ya en fase uno. El lunes pasarán a esta etapa los dos provincias andaluzas que quedaban (Málaga y Granada) y las tres que faltaban en Castilla – La Mancha (Toledo, Ciudad Real y Albacete). Valencia en bloque y toda Cataluña salvo el área de Barcelona también podrán disfrutar de las ventajas de la fase 1. Castilla y León ha recibido el visto bueno en las 42 áreas sanitarias que solicitó y que, por tanto, se suman a las 26 que ya habían comenzado la desescalada. Una vez más, las islas de Hierro, Gomera y La Graciosa en Canarias serán los primeros territorios de España en pasar a fase 2. En total son 33 millones de españoles los que ya están en fase 1 quedando fuera de esta categoría los dos principales motores económicos de la nación.
Poco después de que se hiciera pública la decisión del Gobierno llegó la reacción de la Comunidad de Madrid. Díaz Ayuso considera que se trata de «un ataque político a Madrid, que forma parte de la campaña inaceptable que están haciendo sobre mi Gobierno». La presidenta anunciaba su intención de «solicitar de manera formal y por escrito un informe motivado al Ministerio de Sanidad para conocer los criterios objetivos que llevan a que se deniegue nuevamente el acceso de la Comunidad de Madrid a la siguiente fase».
Asimismo, se anunciaba la intención de que «se efectúen todas aquellas medidas legales que estén a nuestro alcance para defender los derechos de los ciudadanos de la Comunidad de Madrid». «Los mismos que negaban la gravedad de la epidemia el 8-M niegan ahora el cambio de fase a Madrid sin criterios técnicos», resumía Díaz-Ayuso.
El Ejecutivo madrileño asegura poseer datos firmes para pasar de fase sin dilaciones: «lo avalan los datos asistenciales». De esta manera, desde el Gobierno regional, subrayan «el descenso de casos respecto al pico máximo que se produjo alrededor del 31 de abril».
Inciden en que el número de hospitalizados ha bajado un 86% y el número de camas de hospitalización necesarias un 91,61% mientras que en las UCIs ha descendido un 73% y el número de camas necesarias un 79,61%. Respecto a Urgencias, el número de pacientes pendientes de ingreso fue de 2.654, y el 13 de mayo fue de 164. Recuerdan también que ha habido un descenso de un 93,82%.
En Atención Primaria, la Consejería de Sanidad asegura que el número de pacientes en seguimiento domiciliario ha bajado un 90%, pasando de 24.081 pacientes diarios a 2.244. Además, destacan que el número de pacientes con PCR positiva llegó a alcanzar los 3.300 diarios; y en la última semana se sitúa en los 150 de media. El Ejecutivo regional también hace hincapié en la disponibilidad de camas, que, a su parecer, cumple los criterios del Ministerio de Sanidad. Así, trasladan que, en hospitalización, el criterio es tener entre 37 y 40 camas de enfermos agudos por 10.000 habitantes, por tanto, necesitarían un máximo de 24.750.
«Hemos llegado a tener 25.000, sin contar con la capacidad de ampliación de Ifema y hoteles sanitarizados», recuerdan, al tiempo que desgranan que «ahora hay 2.076 camas ocupadas, que representa solo un 8,3 por ciento respecto al pico máximo».
Respecto a las camas de UCI, el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso incide en que se requieren entre 1,5 y 2 camas por cada 10.000 habitantes por lo que requerirían 1.340. «Ya disponemos de 1.350 y hemos llegado a tener 1.942. Ahora tenemos 358 camas de UCI ocupadas. Solo el 18,4% del máximo ocupado», defienden.
El agravio comparativo es evidente también debido a que, como informó ayer LA RAZÓN, Madrid es la cuarta comunidad en tasa de letalidad. Por delante de ella se encuentran tres autonomías regidas por el PSOE. Las estadísticas ofrecidas por Sanidad revelan que la tasa de letalidad es mayor en Castilla- La Mancha, Extremadura y Aragón, aunque dada la falta de datos reales de infectados y fallecidos, dicha tasa sólo puede calcularse con los casos confirmados por PCR y los muertos oficiales.
Asimismo, durante el día de ayer, el presidente del PP, Pablo Casado, respaldó la petición de la Comunidad de Madrid de avanzar a la fase 1 de desconfinamiento al defender que tiene los servicios sanitarios y la tasa de contagio necesaria para dar el paso, y advirtió de que «hay que reactivar» el país vistas las tasas de paro y de destrucción de empresas. «El Gobierno sigue dudando del pase de fase de Madrid y apoyamos la reivindicación de su presidenta», dijo el dirigente del PP.
Fuente: https://www.larazon.es/espana/20200516/hoj7dwn7bfaobbytwwlr27kur4.html