El mercado inmobiliario está intentando sacar una lectura positiva de la crisis sanitaria y del golpe económico que se espera por el coronavirus. A pesar de que se han paralizado las operaciones de compraventa y que los expertos dan por hecho que la vivienda no recuperará la actividad normal al menos hasta final de año, el sector se mantiene optimista y confía en que el covid-19 traiga algunos cambios positivos.
Eso lo que sostiene la red Comprarcasa, formada por 150 agencias inmobiliarias repartidas por España y Portugal y que ha sellado más de 120.000 transacciones en sus dos décadas de actividad, que ha resumido en un estudio los ‘buenos hábitos’ que podrían asentarse en el ladrillo. Entre ellos está la explosión de las herramientas tecnológicas, el empoderamiento del comprador, los bajos tipos de interés y la creciente profesionalización del sector.
Resumimos qué detalla de cada uno de ellos:
1. Caída de precios y empoderamiento del comprador
La red considera inevitable que veamos una bajada del precio de las casas, en línea con la teoría que sostienen desde Century 21. ¿El motivo? Esta crisis obligará a muchos a tener que rebajar el precio de sus viviendas para adaptarlos a las nuevas circunstancias, sobre todo si quieren cerrar la operación con la mayor celeridad posible.
El mercado baraja ya un descenso de entre el 10% y el 15%, aunque todo dependerá de la profundidad y duración de esta crisis, pero lo que sí tiene claro Comprarcasa es que «nos enfrentamos a meses en los que el comprador volverá a tener la palabra».
2. Los tipos de interés seguirán estando muy bajos
Otra de las buenas noticias es que, para hacer frente a la crisis, los bancos centrales de todo el mundo y siempre que no haya presiones vía inflación, mantendrán unas condiciones financieras acomodaticias. Así, los tipos de interés en la eurozona podrían quedarse en los mínimos históricos actuales del 0,0% más allá de 2022. Por eso, los intereses de los préstamos a familias y empresas continuarán bajos y el euríbor a 12 meses, el indicador de referencia para la mayoría de las hipotecas en España, no subirá con fuerza.
“Este abaratamiento de las hipotecas y la caída de los mercados financieros nos llevan a pensar que el sector continuará siendo de los activos más interesantes para los inversores, y que el impacto en el segmento medio y alto del mercado inmobiliario no durará mucho”, añaden desde Comprarcasa.
3. Un refugio inversor en tiempos de incertidumbre
El estudio recuerda que, como ya ha sucedido en el pasado, una vez que pasen los momentos más críticos, la recuperación de este sector siempre es muy intensa, incluso superior a la esperada. Además, la volatilidad que está azotando los mercados financieros, sumada a la previsión de que se alargue la era de los tipos de interés ultrabajos, «nos lleva a creer que el sector inmobiliario continuará siendo un destino interesante para la inversión”, insiste.
4. Explosión de las herramientas tecnológicas
Este periodo de confinamiento también supondrá un revulsivo para que el sector aumente su apuesta tecnológica y por las nuevas herramientas digitales. «Muchos profesionales inmobiliarios están aprovechando este parón para formarse, actualizar sus herramientas, estrechar relaciones con los clientes gracias a la tecnología…», agrega el estudio. Por ejemplo, están creciendo tanto las visitas virtuales de las viviendas como la formalización de los contratos de arras o el pago de la señal de forma telemática.
5. Muchas viviendas de alquiler vacacional cambiarán de uso
También se producirá un trasvase del mercado del alquiler vacacional al tradicional ante el revés previsto del sector turístico, lo que permitiría aumentar la oferta de pisos en arrendamiento de larga estancia que hay disponible en el mercado. Este incremento vendrá acompañado de «un ajuste a la baja natural en los precios», recalca la red.
6. La gestión profesional del alquiler continuará creciendo
Comprarcasa cree que el paquete de medidas aprobado por el Gobierno, que distingue entre grandes y pequeños propietarios, «será sin duda de gran ayuda para los inquilinos en situación de vulnerabilidad». Además, los grandes tenedores también han aportado sus propios planes de contingencia a los inquilinos más vulnerables en estos momentos complicados. «Este hecho nos lleva a pensar que la gestión profesional de los activos permite una respuesta más eficiente que la de los propietarios particulares, y que esta tendencia se consolidará aún más después de esta crisis», insiste el estudio.
7. Solo sobrevivirán los mejores
Al igual que sucede en los demás sectores de actividad, las empresas más preparadas son las que mejor se repondrán del golpe económico, mientras que las más débiles corren el peligro de desaparecer. «La tecnología con la que cuenten los agentes inmobiliarios, la formación continua, las operaciones en red, los servicios complementarios, las herramientas financieras y la fortaleza de su marca, marcarán la diferencia entre sobrevivir o no», apostilla el estudio.
8. Retraso en las medidas sobre el alquiler que critica el sector
La expansión de la epidemia de momento ha dejado en el aire una de las medidas estrella del Gobierno: controlar los precios del alquiler. A pesar de que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma, antiguo Fomento) tenía previsto presentar el índice de precios del alquiler en el primer trimestre, la medida ha quedado aplazada. También se retrasa el objetivo del ministro José Luis Ábalos de llevar al Congreso una “iniciativa para permitir el control de precios del alquiler en aquellas zonas que hayan experimentado subidas desorbitadas”.
Ambas medidas han levantado críticas tanto en la oposición como en el mercado inmobiliario. De hecho, organismos nacionales e internacionales, expertos económicos y del sector llevan tiempo avisando de que establecer un control de los precios del alquiler puede ser una medida contraproducente para el propio mercado de las viviendas en arrendamiento.
9. La necesidad de repensar la arquitectura y el urbanismo
Por último, el estudio recalca que «es muy probable que las huellas que nos dejen estas semanas de confinamiento, con el fenómeno surgido de ‘los balcones’ y de la convivencia vecinal, provoque una profunda reflexión en torno a las viviendas que se construyan en el futuro muy cercano».