Pablo Casado atiende la llamada de ABC desde su domicilio en Madrid, donde vive el confinamiento por el estado de alarma junto a su familia. La entrevista es telefónica, por las circunstancias excepcionales que se viven, y de fondo se cuelan sus hijos, Pablo y Paloma, de seis y siete años, que se entretienen con la batería y el órgano, vestidos de superhéroes. El líder del PP aprovecha esta conversación para pedir que se permita a los niños salir un poco a la calle, si los expertos lo consideran ya conveniente, porque «se suben por las paredes». Casado sigue yendo todos los días a Génova para coordinar con su equipo la respuesta del PP ante la crisis del coronavirus. Sostiene que más que hablar de otros Pactos de la Moncloa lo que es necesario es un plan de choque inmediato para frenar las muertes, proteger a los sanitarios y salvar la economía.
España supera ya los 16.000 muertos por coronavirus. ¿Se podía haber evitado todo esto?
Se podría haber anticipado mejor. Tanto la OMS como la UE a partir del 30 de enero fueron mandando mensajes de advertencia al Gobierno de España, que tiene la competencia en materias relacionadas con una pandemia. Esas alertas no las notificaron a las comunidades para que se prepararan. Lo más evidente fue la semana de las centenares de manifestaciones y espectáculos deportivos del 8 de marzo, cuando ya había una alerta interna del centro de seguridad nacional. Decidieron exponer a centenares de miles de españoles. La curva está relacionada con esas grandes afluencias. Que el presidente presumiera el otro día de que España tomó medidas cuando ya había 288 muertos es algo inmoral para las familias. Es una arrogancia insultante para víctimas.
¿Cuál ha sido el principal error?
El cóctel explosivo han sido las mentiras, la arrogancia y la incompetencia. La crisis ha superado claramente al Gobierno. España tiene un Gobierno fallido para gestionar esta crisis. Me duele decirlo, pero es lamentable que al Gobierno de España le hayan engañado con timos y gangas y pretenda presumir de una gestión fallida. La imagen que quedará de este Gobierno es de un test falso.
A toro pasado es más sencillo verlo. Pero quizás ningún país podía estar preparado para algo así.
En España está funcionando todo menos lo que depende de Sánchez. No es verdad que hayan fallado las instituciones en España, ha fallado el Gobierno, que ocupaba su agenda con el «Delcygate», el diálogo con Torra y el nombramiento de una exministra de Justicia como fiscal general del Estado, mientras la OMS ya estaba alertando. Sánchez mintió al decir que España era el país que primero tomó las medidas de confinamiento. Mintió al decir que España actuó antes que nadie. Mintió al decir que España es el país que facilita más información. Mintió al decir que el Gobierno siempre ha seguido los mandatos de la OMS. Y mintió al decir que España es uno de los países que más pruebas por habitante ha realizado.
El PP ha pedido una auditoría sobre el número de fallecidos. ¿Cree que se está ocultando información?
Es evidente, lo dicen las propias provincias, las autonomías y el Ministerio de Justicia con sus datos de fallecidos en los últimos años. No entiendo el oscurantismo del Gobierno, necesitamos saber toda la verdad. Por respeto a esas 16.000 víctimas debe decir la verdad. Y no entiendo por qué se niega a decretar luto oficial. Yo vi una imagen del Bataclán, él de luto, y habían muerto 80 personas, la mayoría franceses. ¿No son suficientes más de 16.000 españoles para ponerse de luto?
Acusa a Sánchez de mentir. ¿A usted le ha mentido en sus conversaciones?
Nosotros hemos demostrado una lealtad absoluta. Nos hemos enterado de las medidas por la prensa, con algunas nos dijo una cosa y luego hizo lo contrario. El desprecio con el que nos trata se vio en el Parlamento. El PSOE me dedicó insultos como desleal, inútil, indigno, indecente. Todo eso se lo dijo al partido que le estaba apoyando en la medida más drástica que ha habido en periodo democrático. Esa es su gran deslealtad. Sánchez ya traicionó a Rubalcaba, a Felipe González, a Susana Díaz, a Rivera, a Rajoy…
Desde el Gobierno se reprocha a las comunidades, que tienen la competencia en Sanidad, que tampoco vieran venir a tiempo la pandemia y no tomaran medidas.
Eso es claramente desleal y falso. La ley de Salud pública deja clarísimo que esa competencia exclusiva es del Ministerio. Con el ébola y la hepatitis bien que salían a manifestarse contra el PP, que resolvió la crisis de forma mucho más eficaz. La realidad es que el Gobierno ha llegado tarde a todo en esta crisis, menos al 8-M.
¿Debe blindarse el gasto público en Sanidad en la Constitución?
El gasto público en Sanidad nunca se ha puesto en entredicho, salvo cuando quebró el sistema con el PSOE. El PP siempre lo ha incrementado. Lo salvamos y lo dejamos mejor, con 3.700 millones más de gasto. En 2011, nos encontramos toda la economía quebrada. Y ahora con Sánchez podemos tener un coste en la economía que impida esa financiación del estado de bienestar, por la destrucción de empresas y empleo. Siempre estaré comprometido con la sanidad pública. Con seis médicos y tres enfermeras del sector público en mi familia no me van a dar lecciones.
¿Le parece bien que la vicepresidenta utilice la sanidad privada?
El Gobierno está mostrando mucha hipocresía. Quieren defender la sanidad pública, pero además de quebrarla usan la privada, como Calvo y Cerdán. Y me parece muy bien, pero que no nos den lecciones.
En el último Pleno se vio de todo menos espíritu de pacto de Estado. ¿Por qué no se ponen de acuerdo?
Los pactos de la Moncloa de Sánchez los firmó en enero con Iglesias y Junqueras. Ahí eligió a sus socios. Quizás lo que Sánchez está intentado ahora es tapar la incompetencia en la gestión, hablando de lo que pasó hace 43 años.
¿Pero ve viables unos pactos como los que propone el presidente?
—Me parece preocupante que Sánchez haya bajado los brazos en esta crisis y haya tirado la toalla contra el virus. Le pido que no se rinda todavía. Cuando le oigo hablar de pactos de reconstrucción le digo que por qué no evita la destrucción, porque no es lo mismo reconstruir con un millón más de parados que con tres. Primero ganemos al virus, no mandando a nuestros soldados sin casco ni chaleco, es decir, no mandando a nuestros sanitarios a luchar contra el virus sin protección ni mascarillas. Y luego ya hablaremos.
¿Qué intención ve detrás de esa propuesta de pacto?
Da que pensar. Parece que quiere tapar su incapacidad y compartir sus errores con los demás. Más que pactos, le pido un plan de choque para evitar que sigan muriendo todos los días cientos de españoles, que se contagien más sanitarios y que se dispare el paro. Es de mal gusto hablar de estas estrategias de marketing cuando han muerto hoy otras 500 personas. Eso no es un Gobierno con coraje y determinación para combatir una crisis tan grave.
¿En qué momento perdió la confianza en la gestión de Sánchez?
Todos los españoles nos caímos del caballo el jueves, cuando vimos los insultos y difamaciones que nos dedicaron. Ellos querían que rompiéramos. Son tan conscientes de su incapacidad de gestión que solo buscan falsos culpables, en Europa, las comunidades y ahora en la oposición. Cuanto más nos insulten, más leales seremos con los españoles y mas responsables seremos con lo que necesita España. Y como oposición diremos lo que creemos que están haciendo mal.
El PP acaba de aprobar otra prórroga del estado de alarma. Pero usted reconoció que «ya ha desbordado sobradamente su alcance constitucional». ¿Por qué lo apoyó entonces?
Por responsabilidad. Intuíamos que el Gobierno y el PSOE estaban deseando que no los apoyáramos. Si nos metemos en discusiones jurídicas, sobre si es un estado de alarma o uno de excepción, por culpa de eso la población española podía quedar sin marco legal para un confinamiento o limitación de movimientos. El PP tiene que ser responsable y leal con los españoles. Aun así no hemos enmendado los decretos, porque no queremos avalar algo que ha desbordado el ámbito constitucional. Aquí se trata de salvar vidas.
¿Ese apoyo tiene condiciones?
Le hemos dicho a Sánchez que aproveche bien estos 15 días que le quedan, porque ha querido volar todos los puentes con el PP. Ya hemos puesto la otra mejilla varias veces, pero no se puede vivir en un ilimitado estado de alarma. Vamos a ver si se deja de autopropaganda inútil y es más eficiente. Menos mítines y más mascarillas, menos insultos y más test.
Juristas de prestigio advierten de que se están limitando derechos de forma impropia. ¿Pedirán responsabilidades?
Vamos a pedir una comisión de investigación, y las actas del comité de expertos y del consejo de seguridad nacional. Ahí veremos si ha habido mentiras, errores y negligencias. No es momento ahora de pedir responsabilidades.
A ustedes se las pidieron en plena crisis del ébola.
Ellos nos montaron 25 manifestaciones para llamarnos asesinos por la muerte de un perro. Y nos montaron escraches por hepatitis C. Eso es memoria historia reciente, ver cómo se comporta la izquierda y el PP. Ellos tienen nula autoridad moral para pedirnos lealtad y unidad. La nuestra es con el pueblo español, no con ellos. Las responsabilidades se pedirán en su momento.
¿Incluida la dimisión del presidente y de algunos ministros?
No es momento de pedir responsabilidades, sino de remar en una buena dirección. Insisto: no somos como ellos. Lo único que pedimos es que la sociedad española se dé cuenta de cómo actúan unos y otros. Ahora, no vamos a callarnos ante los errores que se cometen.
¿Por responsabilidad volverán a apoyar la siguiente prórroga, que ya ha anunciado Sánchez?
Por ahora me he enterado en una réplica de Sánchez a Bildu. Lo que le pido es que no baje los brazos. Cómo se puede decir a quince días vista que esto irá mal. Que haga lo posible para que vaya bien.
¿Sánchez le ha llamado alguna vez para consultarle una sola de las medidas adoptadas?
Nunca. El Gobierno solo habla de curvas y picos, acostumbrado a preocuparse solo de encuestas. Pero ahora ese lenguaje enmascara una despersonalización Por eso no le preocupa nada la opinión del PP.
¿Y sobre sus propuestas, ha tenido alguna respuesta?
Nada. El otro día volví a hacer tres propuestas urgentes: una paga extra para los profesionales sanitarios, el sueldo bruto para el resto de trabajadores esenciales y algo fundamental para las familias de los fallecidos, que no paguen el impuesto de sucesiones ni donaciones, porque es el colmo. Pues bien, ni una respuesta del Gobierno. Digamos que hasta 6 veces he hecho público nuestro plan de choque, y la respuesta ha sido cero.