La compraventa de pisos en Salamanca parece atravesar por una época de claroscuros, con varios datos y conclusiones que invitan a reflexionar sobre la salud del mercado inmobiliario.

Según el último informe de mercados locales de la empresa de tasación Tinsa, tanto la provincia como la capital tienen el suelo más caro de la región (casi 1.500 euros el metro cuadrado de media en Salamanca capital, y más de 1.100 en la provincia). Estos precios, aunque son notablemente inferiores a los que se pagaban antes de la crisis, también influyen en el ritmo de ventas. Si antes de la crisis de 2008 los créditos corrían a espuertas y las promociones se agotaban sobre plano prácticamente al precio que fuera, ahora parece que los compradores salmantinos se lo toman con mucha más calma.

Quién sabe si por miedo a otra crisis o porque la economía familiar ya no es lo que era, pero el caso es que el mercado del ladrillo salmantino parece gripado. O al menos eso se desprende de otro dato del estudio de Tinsa, que aporta algo más de luz: Salamanca es la tercera provincia de España en la que más tiempo se tarda en vender un piso una vez que éste sale al mercado.

La «liquidez media nacional», según la terminología y los cálculos de Tinsa, ronda los 8,2 meses de media. Si hablamos de Salamanca nos vamos a los 14,5. Son más de seis meses de diferencia y un 77% más de tiempo que en el conjunto de España. Es una diferencia muy considerable. Las únicas dos provincias por delante de Salamanca son Orense (17,4 meses) y Cantabria (15,7). En el otros extremo aparece Ceuta (1,9 meses) y Madrid (3,9)

El informe no explica a qué se deben estas diferencias. Tan sólo aclaran que el plazo medio de venta de una vivienda en España «pone en relación la oferta de viviendas en el mercado con el ritmo de compraventas».

En el caso de Madrid es fácil intuirlo (es una ciudad con millones de habitantes y una demanda perpetua de residencias) pero en el de Salamanca sólo cabe especular con un alto precio de los pisos, un nivel de vida bajo y unas hipotecas onerosas. Una inversión inmobiliaria conlleva unas obligaciones financieras que no todos los posibles compradores están dispuestos a asumir.

Cuotas hipotecarias

Porque esa es otra cuestión interesante. En principio las hipotecas en Salamanca no están entre las más cuantiosas de España (unos 92.500 euros, frente a una media nacional de 123.000) y las cuotas medias tampoco parecen nada del otro mundo (449 euros mensuales, cuando la media nacional es de 529). En una clasificación por provincias, Salamanca rondaría el puesto 30 y ni siquiera es la más costosa de la Comunidad. Es decir, que sobre el papel no es ni de lejos una de las peores zonas de España para pedir una hipoteca.

La ciudad de Ceuta y Madrid tienen los mercados más dinámicos de España

La clave es averiguar cuánto esfuerzo para el bolsillo supone el pago mensual de esos préstamos. Da lo mismo que las hipotecas sean más asequibles que en Madrid o Barcelona si no hay con qué pagarlas. Y ahí sí, en el esfuerzo hipotecario, aparece un dato muy relevante, porque los préstamos se llevan el 18,1% de los ingresos familiares durante el primer año de amortizaciones. Ese porcentaje nos coloca en el puesto 21 de todas las provincias de España. Recordemos que si hablamos de la cuantía de las cuotas mensuales bajamos hasta el puesto 30.

El nivel de vida de Salamanca no es como parar tirar cohetes (una ciudad pequeña, sin industria y que vive de los servicios) y eso se nota a la hora de hacer números. Las hipotecas salmantinas no son excesivamente caras ‘per se’, pero se llevan un pico importante de los ingresos familiares todos los meses porque éstos son bajos.

 

Fuente: https://www.elnortedecastilla.es/salamanca/salamanca-tercera-provincia-20190923103708-nt.html