Las imágenes vistas de lo sucedido con los efectos de la Depresión Aislada en Niveles Altos de la Atmósfera (DANA) en España han impactado a muchas personas. Una situación que difícilmente se vivirá en Salamanca, ya que aquí las condiciones para que caigan precipitaciones de tal intensidad resultan menos propicias. No obstante, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) sí tiene identificados los tramos de cursos fluviales en los que puede haber problemas si los ríos o arroyos que discurren por la provincia se desbordan. Incluso tiene una estimación de las personas que podrían verse afectadas por este tipo de siniestros y que supera la cifra de 5.000 habitantes.
El Plan de Gestión del Riesgo de Inundación analiza los tramos más problemáticos de toda Castilla y León, que en el caso de Salamanca comprenden 28 kilómetros de riberas. Una cifra que se reparte entre el Tormes y sus afluentes más próximos, como el Almar o los arroyos de la Rivera y el Zurguén, pero que también afecta a los sistemas del Águeda y el Yeltes. En total, las personas residentes en las zonas potencialmente peligrosas ascienden a 5.184, según los cálculos de la Confederación.
El tramo más peligroso de los identificados por la CHD debido al volumen de población que concentra y a su extensión es el que une Cabrerizos con la capital salmantina. Son casi 11 kilómetros de ribera en las que el Tormes discurre muy próximo a zonas pobladas, como la urbanización de Las Dunas, por ejemplo. También en esta cuenca aparecen como puntos problemáticos los situados en Galisancho, Encinas de Arriba, el tramo entre Encinas de Abajo y Huerta, Aldealengua, Villamayor, Almenara de Tormes, Miranda de Azán y La Maya, a lo que hay que sumar Puente del Congosto en el curso alto del Tormes.