La competencia será «atroz», señalan fuentes del sector bancario. Las entidades financieras que operan en España afrontan una nueva guerra hipotecaria, y a la batalla que librará la banca tradicional se sumarán las propuestas de sus filiales digitales, que también han visto una oportunidad en el negocio hipotecario.

Se avecina un otoño caliente, en el que los distintos bancos están acelerando en la carrera por ofrecer las condiciones más atractivas para la formalización de hipotecas. «Ante los tipos más bajos y durante más tiempo que se estiman ahora, las entidades necesitan más activos que sean algo rentables, máxime ante la desaceleración económica, que también influirá negativamente en el volumen de crédito. Por eso parece posible la ofensiva hipotecaria», asegura a ABC el economista Carmelo Tajadura.

Los bajos niveles en los que se encuentra el principal indicador de las hipotecas variables, el Euribor – en agosto se hundió al -0,356%un nuevo mínimo histórico, y ya acumula tres años y medio en tasas negativas– obligan a la banca a buscar formas de compensar los bajos márgenes que les reportan sus hipotecas variables. Según el comparador financiero HelpMyCash.com, «una de ellas ha sido rebajar los intereses de sus hipotecas fijas, lo que ha derivado en una guerra de precios dentro de ese sector».

La perspectiva es que este escenario se prolongue en el tiempo. El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ya sugirió en julio que el organismo aprobará nuevas medidas de estímulo en su reunión del 12 de septiembre. Pero por mucho que disminuya el Euribor, la entidad bancaria no llegará a pagar al cliente, ya que la nueva ley hipotecaria establece que el interés mínimo que cobrará el banco nunca podrá ser negativo, una norma que se aplica a los contratos firmados a partir del 16 de junio de 2019.

Intereses bajos

El desplome que está sufriendo el Euribor permite, eso sí, un abaratamiento del crédito y prolonga la era de las hipotecas baratas para los clientes, los grandes beneficiados de esta situación. Como informó ABC, los hogares españoles han ahorrado desde finales de septiembre de 2008 hasta el mismo mes de 2018 un total de 17.192 millones de euros en los intereses que abonan por sus préstamos, según cálculos de BBVA Research. La portavoz de finanzas del comparador Kelisto.es, Estefanía González, asegura que «estamos en un momento de precios históricamente bajos, sobre todo, en hipotecas fijas».

La entidad que presenta el tipo más bajo del mercado es Santander, cuya hipoteca fija a 30 años ofrece un TAE (tasa anual equivalente, que engloba todos los gastos de la operación) del 2,26%. Además, el banco que preside Ana Botín regala una televisión a los clientes que suscriban este producto. Los hipotecados tienen que cumplir algunas condiciones, como domiciliar la nómina, presentar un certificado energético A o A+ o contratar productos de inversión.

Por su parte, Openbank, la filial digital del grupo cántabro, comercializa su hipoteca fija a 30 años a un TAE del 2,34%, una cifra ligeramente inferior al 2,37% TAE de BBVA. Las segundas marcas de los bancos españoles también están realizando grandes ofensivas en las condiciones de sus hipotecas fijas, y así por ejemplo Coinc, de Bankiter, ofrece un interés del 2,41%, el mismo que Bankia.

Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas, confirma la «presión» por parte del sector bancario para que muchos clientes se pasen a las hipotecas fijas bajo el argumento de la tranquilidad y de la existencia de una cuota permanente.

De hecho, en lo que va de año, el porcentaje de préstamos sobre vivienda concedidos a tipo fijo ha pasado del 37,2% de enero al 42,6% de mayo, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Un aumento que es más significativo si se compara con febrero de 2016, cuando la firma de hipotecas a tipo fijo representaba solo un 10,5% sobre el total.

El mercado camina en la misma dirección que los bancos, cuyos planes se centran en las hipotecas fijas, ya que, dada la evolución del Euribor, es un segmento que les permite obtener mayores rentabilidades, al menos, en los primeros años.

Vincular clientes

Antonio Pedraza explica que la banca prefiere las hipotecas a tipo fijo con los productos parabancarios (fondos de inversión, tarjetas, seguros, domiciliación de recibos, etc.…) como extra. Destaca que este tipo de añadidos hacen que para el cliente «sea más difícil mover la hipoteca de sitio, y así lo vincula más».

Y es que el mercado hipotecario supone para las entidades una vía excepcional para la captación de clientes. Si el banco gestiona bien la operación, consigue vincular a los usuarios por los productos asociados a la hipoteca. La mayoría de las entidades no obligan a contratarlos, pero hacerlo sí que se traduce en una bonificación del tipo de interés a pagar. «Puede ser una estrategia de captación ideal para la venta de otros productos, pero no va a dar unos resultados extraordinarios. Es una manera de salvar un poco los muebles», indica Sales.

Las entidades bancarias no bajarán la guardia y explotarán todas las posibilidades que les brinda el mercado hipotecario. El objetivo: mantener el pulso comercial ante una coyuntura adversa que penaliza sus márgenes de beneficios y que les impulsa a estar en una búsqueda permanente de soluciones para contrarrestar su baja rentabilidad.

 

Fuente: https://www.abc.es/economia/abci-banca-prepara-para-guerra-hipotecaria-ante-falta-negocio-201909070235_noticia.html