Los jubilados que residen en la costa de Levante se apuntan a la venta de sus casas con la fórmula de nuda propiedad. Este tipo de negocio inmobiliario permite al dueño de la vivienda desprenderse de su domicilio a un precio inferior al mercado y a cambio reservarse el usufructo hasta que fallezca. Esto supone tener un ingreso y poder vivir en su casa y disfrutarla hasta el final de su vida.

Confidencial Digital ha podido confirmar que son los franceses los que más están recurriendo a esta fórmula para adquirir pisos en la zona de Alicante.

Hasta ahora, esta práctica era habitual en Madrid y Barcelona. Sin embargo, en los últimos años se está extendiendo cada vez más en la Comunidad Valenciana.

Según los datos aportados a ECD por Eduardo Molet, agente inmobiliario especializado en este tipo de operaciones, las ventas de nuda propiedad se han incrementado un 265% en el último año en la costa de Levante.

“Son personas que viven en Alicante y Benidorm, que pensaban que en España no se podía hacer este tipo de venta, pero cuando han visto que sí, me han llamado y se ha extendido como la pólvora”, relata Molet.

Los franceses y Alicante
Ferran Font, director de Estudios del portal inmobiliario pisos.com, destaca que “Alicante es un destino histórico de interés para los extranjeros en España. No solo de compra para pasar la jubilación, sino para largas estancias por el buen tiempo o por invertir. Más del 40% de las compras en Alicante las hacen los extranjeros”, puntualiza.

¿Y por qué franceses? Para los galos este método de compra-venta no es una novedad. Es una práctica muy común en su país. Existen muchas empresas francesas especializadas en este tipo de gestión. Los alemanes ocupan el segundo puesto de inversores en la zona levantina.

Quién es el comprador
Según las fuentes consultadas por ECD, el perfil del comprador de una vivienda en nuda propiedad responde a un inversor que considera esta operación como un “plan de pensiones”.

Molet lo describe como una “persona de entre 40 y 50 años, solvente, que vive cerca del piso y tiene dinero para invertir, pero no lo hace ni en Bolsa ni en un fondo de inversiones porque le da pánico”.

Asegura que realizar este tipo de operación beneficia al comprador, porque adquiere el domicilio por debajo del precio de mercado. Cuando finalice el período de usufructo tiene derecho a recuperar la propiedad del inmueble en su totalidad.

Pero no todos los compradores son extranjeros. Pese a que esta práctica “está más extendida fuera de España”, Ferran Font asegura a ECD que en el sector comienza a verse esta opción como más atractiva por parte de los españoles.

Ventajas para el vendedor
El vendedor también saca provecho de la operación. No tendrá que pagar ya los recibos del IBI, las derramas extraordinarias de la comunidad, y reducirá el coste de seguro de la casa. Puede seguir disfrutando del inmueble hasta que fallezca, o incluso podría alquilarlo a un inquilino si no necesita vivir ahí.

El vendedor es una persona mayor, que habitualmente vive sola y carece de herederos. Eduardo Molet afirma que, con el dinero que adquiere con la venta del domicilio, que suele rondar los 150.000 euros de media, “una persona mayor de 80 años puede vivir como quiere, tener una persona que le atienda y que le limpien la casa”.

Esperanza de vida
Aunque no es el único perfil de vendedor. Existe otro, con descendencia pero influenciado por la esperanza de vida.

“Hace 80 años, el hijo era joven pero ahora, cuando se muere el padre, el hijo tiene 50 años y ya no vive donde nació porque la gente se mueve hoy mucho por el trabajo y por otras motivaciones… El hijo ya no quiere vivir en el pueblo”, explica Molet.

Un 63% de los mayores de 75 años ya tienen su inmueble pagado, según datos aportados a ECD por pisos.com. “Si quieren mejorar su nivel de vida, vender en nuda propiedad y mantener el usufructo les beneficia”, sugiere Ferran Font.

 

Fuente: https://www.elconfidencialdigital.com/articulo/dinero/franceses-invaden-costa-levante-caza-casas-jubilados/20190705133407127804.html