La campaña electoral ha comenzado de facto. Y el primero en lanzar su propuesta económica ha sido el PP. Pablo Casado quiere bajar el Impuesto de Sociedades por debajo del 20% y un IRPF con un tipo máximo inferior al 40% si gana las elecciones. La reforma, además, se realizaría en los primeros meses de Gobierno, con lo que el efecto se notaría ya en el mismo año electoral: 2019.

El programa económico de Pablo Casado se completa con todo un abanico de supresiones de impuestos. En concreto, el programa plantea eliminar por completo el Impuesto de Sucesiones, el de Donaciones, el de Actos Jurídicos Documentados y el de Patrimonio. Todas las medidas se abordarían en las primeras semanas de Gobierno, con lo que el impacto sería inmediato.

La idea es conseguir frenar el deterioro económico en el que se sume ya España y conseguir un estímulo fiscal urgente que atraiga empresas y meta a España en la lucha por la fuga de compañías provocada por el Brexit.

Los cálculos presupuestarios del PP estiman que hay margen de sobra para abordar una reforma fiscal de este estilo porque sólo este ejercicio, el incremento de recaudación previsto supone 20.000 millones de euros más en ingresos tributarios frente a lo recaudado en 2018. Y ello sin que exista una aparente justificación salvo el hecho de que los socios de Gobierno de Pedro Sánchez exigían sin cesar incrementos de gasto. Hay que tener en cuenta, de hecho, que de esa cifra, más de 10.000 millones iban a parar a Cataluña: 2.251 millones en aumento de inversiones y 8.071 millones en inyecciones en esta comunidad desde el Fondo de Facilidad Financiera. El cierre de la legislatura y la caída de los Presupuestos de Sánchez antes de ser aprobados limitarán estos regalos.

Reformar la financiación autonómica

El plan de los Populares, además, lleva incorporado una reforma de la financiación autonómica para evitar el deterioro de los servicios sociales a causa de la rebaja fiscal. Y es que buena parte de los impuestos afectados por la rebaja ceden sus ingresos a las comunidades autónomas -Sucesiones, Donaciones, Patrimonio y Actos Jurídicos Documentados-.

En el IRPF, el PP quiere dar paso a un esquema fiscal más simple. Y con este objetivo pretende reducir el número de tramos del impuesto. El plan del PP pretende tener, de esta forma, un arranque de Gobierno en el que se recuerde lo realizado por el Ejecutivo de José María Aznar, cuando en la legislatura del 96 se redujeron los impuestos todos los años: durante 8 ejercicios consecutivos. El IRPF bajó durante ese periodo desde el 56% hasta el 43%. Ahora el objetivo es reducirlo por debajo del 40%.

El resultado de aquel periodo fue que aumentó la renta neta de los hogares de un 5,3%. En esa legislatura los cambios en el Impuesto de Sociedades acabaron igualmente beneficiando al 80% de las sociedades declarantes, que se pudieron acoger al régimen especial. Y en esa legislatura, igualmente, se suprimió el Impuesto de Actividades Económicas ayudando al 92% de la sociedades. El resultado fue un salto de la recaudación hasta los 332.000 millones de euros cuando, la recaudación dejada por el PSOE de Felipe González se limitaba a 183.000 millones.

Los Populares harán campaña con estas propuestas fiscales. E incidirán en que desde que se inició el Gobierno de Pedro Sánchez, los datos de creación de empresas han caído un 32% y se ha disparado un 73% la destrucción de compañías en España.

Fuente: https://okdiario.com/espana/2019/02/17/casado-promete-dejar-impuesto-renta-debajo-del-40-este-mismo-ano-si-gobierna-28-3715259